“No tengo ni idea sobre si la reunión se producirá o no. Si ellos  quieren llamarme, pueden hacerlo. Nunca digo nunca. Si funciona, bien.  Si no, seguiré adelante. No sería el fin del mundo. No voy a coger un  paquete de Kleenex para ponerme a llorar el resto de mi vida”, aseguró.
Sobre la posibilidad de que el grupo vuelva a tocar, Ozzy Osbourne,  el príncipe de las tinieblas, expresó las razones por las cuales era  difícil llegar a un acuerdo con los otros integrantes del grupo, aunque  dejó entrever su deseo de grabar un nuevo disco.
“Bien, ya no somos unos chicos. No quiero que ellos hablen mal de mí  ni yo quiero hablar mal de ellos. ¿Por qué tengo que volver a esa  situación y ser infeliz si soy feliz ahora? Quiero decir, me encantaría  crear un gran disco con Black Sabbath. Me gustaría conseguir el crédito  que merecemos. Al mismo tiempo, la presión sería muy intensa. Puedo  llegar mañana y hacer un disco con ellos, pero el resultado no  necesariamente tiene que ser algo de lo que pueda enorgullecerme”.
Muchos interpretan las declaraciones de Ozzy como un deseo de que se  produzca la reunión, aunque no está seguro de que haya la química  necesaria como para hacer un gran disco.
Con se recuerda, Ozzy Osbourne fue despedido de la Black Sabbath en  1979 para ser reemplazado por Ronnie James Dio, antiguo vocalista de  Rainbow. Sin embargo, la banda tuvo a lo largo de las décadas del  ochenta y noventa cuatro vocalistas más: Ian Gillan, Glenn Hughes, Ray  Gillen y Tony Martin.
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